Elvira Corona
      ALAI AMLATINA, 08/12/2010.- A poco más de 48  horas del cierre oficial de la cumbre sobre cambio climático que se desarrolla  en la ciudad de Cancún, México, encontrar un acuerdo entre las estados Partes  está cada vez más lejos, y el tímido optimismo oficial del “Cancún Can” (Cancún  puede) se puede convertir en un “Cancún-haguen”, con lo que se repetiría el  fracaso de la cumbre danesa.
      “No vamos a firmar ningún acuerdo”. Esta son  las palabras más pronunciadas en Cancún. Por diferentes razones, muchas veces  opuestas, pero la mayoría de los países reunidos en la Cumbre del Clima de la   ONU parecen más de acuerdo en esto que  en otro tema. Expertos climáticos indicaron que no se están produciendo los progresos  mínimos sobre los compromisos del Protocolo de Kyoto en el que los países  ricos, principales contaminantes, se habían comprometido a reducir las  emisiones de gases. El Protocolo de Kyoto representa un tema prioritario en la  cumbre, sobre todo para los países en desarrollo, que ven en este documento el  único que tiene compromisos vinculantes. Y por otro lado no hay avances  significativos en otros aspectos que se refieren a un acuerdo de largo plazo,  porque si los países más contaminantes no se comprometen a un post-Kioto, otros  acuerdos no tienen sentido. Es como un gato que se muerde la cola.
      La impresión dominante entre los negociadores  es que los estados Partes simplemente volverán a agregar sus opciones en los  textos. Los delegados que asistieron al grupo de redacción sobre “variados  enfoques a la mitigación, incluyendo mecanismos de mercado”, señalaron que  están cerca de llegar a un punto muerto, y otro grupo de delegados que salían  de las discusiones sobre tecnologías sostuvieron que estaban “frustrados”.
      La preocupación es que el proceso se vea  empantanado por “la actitud de que no se avanzará en ningún tema mientras no se  avance sobre todos” y algunos ya están empezando a analizar los escenarios de  los “planes b”. Algunos negociadores trabajan en estrategias para garantizar  que si no se puede llegar a una decisión comprehensiva, al menos se pueda  llegar a un acuerdo más simple para avanzar en la REDD+,  que sirva como base para las actividades en curso en numerosos países en  desarrollo.
      En la inauguración del Segmento de Alto Nivel  de la Cumbre la Secretaria Ejecutiva de la cumbre climática, Cristina Figueres,  hizo hincapié en que las Partes se encuentran en una “etapa crucial” y les  instó a hacer a un lado los intereses nacionales de corto plazo con el fin de  “lograr que el proceso sea puesto nuevamente en marcha”. Instó a la  “conciliación” en cuestiones clave y señaló que al no llegar a un consenso en  Cancún se pone en peligro el bienestar de todos los países a largo plazo. Por  su parte, el secretario general de las Naciones Unidas, Ban Ki-moon, subrayó  que no es necesario lograr un acuerdo perfecto en Cancún, pero que es  indispensable avanzar en todos los frentes. “Se pueden tomar decisiones  importantes en temas de forestación, adaptación, tecnología y en la creación de  un nuevo fondo para la financiación a largo plazo de asuntos climáticos”, dijo  Ban. Recordó que la comunidad internacional todavía no está a la altura del  desafío que el fenómeno presenta e indicó que la naturaleza no esperará a que terminen  las negociaciones. “La estabilidad de la economía mundial, el bienestar de sus  ciudadanos, la salud de nuestro planeta, todo esto y más depende de ustedes”,  concluyó el Secretario General.
      Por otro lado, este martes los movimientos  sociales marcharon desde el centro de Cancún hacia la sede oficial de la Conferencia bajo los lemas "No a REDD" y "Sí a  Cochabamba".Varios activistas sociales defendieron la agricultura  campesina como mecanismo de enfriar el planeta, en igual sentido se expresó  Karin Nansen, vicepresidenta de Amigos de la Tierra, quien dijo que "las propuestas deben salir de los pueblos.  Rechazamos el comercio de carbono porque es la mercantilización de la  naturaleza, que es en lo que se está avanzando en estos foros".
      La   Vía Campesina, la Red Indígena del Medio Ambiente, Amigos de la Tierra Internacional y representantes de gobiernos de los países de la Alianza Bolivariana para los Pueblos de Nuestra América (ALBA) condenaron las falsas  soluciones y acuerdos secretos impulsados en las negociaciones. Llamaron a  movilizaciones y acciones en todo el mundo para impulsar las soluciones a la  crisis climática que se basen en los conocimientos indígenas tradicionales, en  las prácticas de las comunidades, los derechos humanos y los derechos de la naturaleza.
      “Si el incremento en la temperatura aceptado  es de cuatro grados, como lo estamos viendo en las negociaciones ahora, vamos a  ver morir a cientos de miles de personas. Cada año, 300.000 personas mueren en  desastres naturales causados por el cambio climático. Esto crecerá a millones  si no logramos aquí, un acuerdo real, en lugar de un Cancún-hagen”, afirmó  Pablo Solón, embajador de Bolivia ante las Naciones Unidas.
      Delegados indígenas presentes en la Cumbre sobre cambio climático plantean que los gobiernos incorporen algunos  planteamientos de la Declaración Universal sobre  los Derechos de los Pueblos Indígenas en los textos finales de negociación.  “Sin la incorporación de sus derechos, la cumbre será considerada un rotundo  fracaso para la humanidad”, sostuvieron algunos representantes indígenas.
      Elvira Corona es periodista italiana.